Río Suquía Paseos Educativos te invita a conocer la Reserva

El presente trabajo es fruto de una larga tarea de búsqueda, recopilación y selección de los artículos temáticos más relevantes sobre la Laguna Mar Chiquita y Miramar. Asimismo, he privilegiado aquellos que son de una lectura clara y didáctica. Tengo como objetivo que este trabajo sirva como referencia para conocer más a fondo esta región de la Provincia de Córdoba, además de servir de material de apoyo y estudio a los estudiantes que la visitan año a año.
Durante 28 años de actividad como profesional en turismo he llevado a centenares de alumnos -niños y jóvenes- a conocer esta Reserva; que sea entonces este blog una forma de agradecer y valorar a esta querida tierra y su gente...
Eduardo Marconetto


Gran Hotel Viena - Su Historia


Quizá mucho se ha hablado o escrito sobre la historia de este gran hotel, de una manera u otra se relacionan con la segunda guerra mundial y post guerra, ya que se piensa que se ha construido con capitales nazis, y como clínica de rehabilitación para jerarcas y soldados con secuelas de guerra.

Este trabajo se basa en datos concretos históricos y reales. En la investigación se coincide en pensar que hay relación entre hechos históricos mundiales. Mucho se ha hablado de él, y lo cierto es que, en medio del esplendor y el ocaso que protagonizó, en la actualidad sobreviven entre sus ruinas misterios, belleza, lujos y, por sobre todo, asombro.

Llegada a Miramar

Corría la temporada veraniega del año 1936 cuando recala en nuestra localidad la familia Palhke, integrada por Máximo Palhke de origen alemán, que en aquel momento era gerente general de la compañía Manesmann, con asiento en Avellaneda, esta compañía fue la pionera en la fabricación y distribución de caños de acero preensamblados sin costura del país, y gerente de Tamett que realizaba hierros de construcción. Su esposa Melita Freishesberger, austríaca de la ciudad de Viena y sus hijos Máximo e Ingrid.
Esta familia contaba con una posición económica muy buena, pero la salud no los acompañaba, es así que Melita sufría de asma y Máximo (hijo) soriasis, es por eso que llegan a Miramar atraído por las propiedades curativas de la Laguna de Mar Chiquita.

Se instalan en una humilde pensión ubicada en la costa sur de la Laguna de Mar Chiquita, sector de la localidad poblada en su mayoría por alemanes, austríacos y croatas. Era la Pensión Alemana, y su propietaria Ana María Scorchuber de Trementzberger, ex empleada de Manesmann.
La Familia Palhke se instala toda la temporada y realiza tratamientos curativos, de balneoterapia y fango terapia, observando con sorpresa que la naturaleza ayudaba a la mejora de sus dolencias, es así que en 1937 regresan a Buenos Aires totalmente recuperados, tanto Melita como Máximo.
Es por esto que en agradecimiento al milagro que les había ocurrido deciden invertir en Miramar, y para ello le proponen a doña María Trementzberger la ampliación y mejoramiento de la vieja pensión en copropiedad, quedando a cargo de ellos el financiamiento que les fue aceptado.

El nuevo emprendimiento se construyó bajo la dirección técnica del ingeniero Serafín de la vecina localidad de Balnearia, es así que para el año 1938 comenzó a funcionar un pabellón con 16 habitaciones dúplex, los sanitarios tenían azulejos importados de Alemania y artefactos sanitarios de origen inglés.
Aquí surge la primera desavenencia entre María y Melita, ya que la primera quería que se siguiera llamando Pensión Alemana, nombre original y la segunda proponía el nombre “Pensión Viena” en homenaje a su ciudad natal, como la familia Palhke era la que tenía mayor cantidad de dinero invertido en la sociedad, el emprendimiento pasó a llamarse Pensión Viena.
A un año de haberse formado esta sociedad se disuelve, es por eso que la familia Palhke decide adquirir la parte societaria a Ana María Trementzberger.
Con este dinero doña María compró los terrenos que quedaban al noroeste de la manzana ubicada frente al hotel Viena, y construyó el Hotel Alemán, lo que facilitó la comunicación entre las familias.

Gran Hotel Viena

De esta manera y ya en la década del año ’40 los Palhke deciden demoler la antigua pensión, contratan a una empresa constructora alemana “Gruen-Bilfinger” para que comenzara a construir lo que sería con el tiempo el “Gran Hotel Viena”.
Este se construyó por etapas, desde el año 1940 al año 1943, el pabellón termal izado (con médico, dos enfermeras y masajista) y la biblioteca en la planta baja.
El ala principal con hall de entrada, ésta contaba con tres plantas, una baja con servicios, sucursal de correo, central telefónica y peluquería unisex.
En la esquina un salón comedor de 12m por 18m con lugar para 200 personas, la vajilla de loza inglesa, copas de cristal, cubiertos de plata, todo con el sello distintivo del hotel que era el águila bicéfala. Las restantes dos plantas se unían por un doble juego de ascensores, o bien por escaleras según la elección del huésped.

Esta ala era la más lujosa ya que contaba en su hall de entrada con pisos de granito, paredes forradas de mármol de Carrara importado de Italia, iluminando sus salones arañas de bronce con estalactitas de cristal; además era el único lugar del hotel que poseía aire acondicionado central por compresores de amoníaco que se encontraban en el sótano y sistema de calefacción para todas las habitaciones a través de radiadores, las calderas estaban ubicadas en el subsuelo.
Este sector contaba con 28 habitaciones, con baños privados con bañera, y balcones con vista al mar.

Desde 1943 a diciembre de 1945 se construye una tercera ala que contará con 35 habitaciones individuales, con baño privado y bañera. En la planta baja contaba con dos salones comedores para niños, institutrices y choferes de los huéspedes, también contaba con ascensor y escaleras para comunicarse con los dos pisos superiores, podemos destacar también que el hotel tenía espejos de cristal inglés y lámparas de bronce y cristal biselado.

Contaba en sus pasillos con un espacio pequeño para guardar los productos de limpieza, otro para la ropa blanca, piso de granito, zócalos sanitarios para mejor higiene, este sector del hotel se asemeja ampliamente a un lugar de servicio de salud; una caseta de teléfono y un pasillo pequeño con ventana que servía como biblioteca para los que no quisiesen llegar a la biblioteca principal que se encontraba atravesando el patio.
Este sector no contaba con aire acondicionado pero si calefacción. Las habitaciones que eran parte de la Pensión Alemana se destinan a institutrices que pudiesen viajar con las familias de la clase social “acomodada”.

El hotel contaba con dos salas destinadas a la preparación de alimentos, en la mayor se ubicaba una cocina de fundición de 3m por 1.6m, que era alimentada con fuel oil y cuando estaba encendida servía también para calentar el agua para el lavado de enseres, los azulejos son importados de Inglaterra, este sector poseía un extractor de aire eólico, en el subsuelo se encontraba otra cocina con las mismas comodidades pero más pequeña, donde se preparaban los productos de repostería; esta división era para que no se mezclen los aromas ni los sabores. En este sector y hacia el comedor principal es donde se encuentra la entrada a los sótanos del hotel que llegaban hasta los salones principales, allí se encontraba la cámara frigorífica ya que el hotel contaba con criadero de cerdos y de aves de corral, tenía su propio lugar para el faenado, además poseía una bodega de 10.000 botellas de vino, variedad Rescia y latas de conserva como para que se alimentaran 100 personas durante un mes, panadería propia.

En frente del hotel se hallaba una gran pileta dividida en dos, una parte de agua dulce y otra de agua salada, si algún huésped quisiese ingresar a la laguna el hotel proveía de zapatos y gorro, ésta se encontraba como a unos 80m del hotel y antes de llegar había que bajar una barranca de casi 3m de altura.
Allí en la laguna se encontraban dos muelles con casillas, uno era una guardería para una lancha de paseos de 12m con guías en ambos ostados, éstas eran mantenidas siempre a nivel de muelle, la otra una casilla de madera sin techo donde los huéspedes podían realizarse fango terapia, exponerse al sol sin ropa, eran totalmente privados.
La familia Palhke necesitaba que su personal manejara fluídamente el idioma alemán, es por ésto que contrata a una empresa especializada en Buenos Aires, traían sus empleados desde allí, para ellos se construyeron dos pabellones, la parte superior tenía 10 habitaciones con baños compartidos, de damas y caballeros.
En la parte inferior de cada pabellón estaban las cocheras del hotel, en este sector de cocheras se encontraba un surtidos de combustible de uso exclusivo del hotel, vehículos de huéspedes y taller mecánico. También, para destacar, estaba la fábrica de hielo con moldes, piletas y cámara de conservación de barras, lavadero con lavarropas de paletas rotativas y un centrifugador.
Lo más llamativo de este lugar era una pequeña construcción de 2m por 2m que contaba en su interior con un lustrabotas automático eléctrico, traído desde Alemania.
La Localidad de Miramar en la década del '40 contaba con energía eléctrica contínua que generaba la Usina del hotel Playa, esta energía a medida que se alejaba de su generador era mucho más tenue, es decir, que las construcciones cercanas al Viena tenían luz de vela, en cambio este hotel se encontraba siempre iluminado porque tenía su propia usina, esta poseía dos motores de 100kw y 150kw y dos de repuesto de 20kw y de 40kw, de esta manera podían autoabastecerse. 


Para proveer de agua a 6800 metros cubiertos de construcción, se construye una torre de 22m de altura. Para acceder al mirador tiene una escalera de 122 escalones, el tanque superior tiene una capacidad de 50.000 litros, la cisterna se llenaba naturalmente por cinco pozos surgentes, una vez llena se encendía automáticamente una bomba que llevaba el agua al tanque principal.
El encierro en el que vivían no implicaba incomunicación. El Viena contaba con un moderno sistema de telefonía , y sistema de radio de alta tecnología para la época, con central propia, que tenía la antena en el tanque de agua del hotel.

El Hotel totalmente terminado tenía 84 habitaciones para huéspedes, un hotel cinco estrellas en una localidad de 1600 habitantes. Otro dato interesante es que el Gran Hotel Viena contaba con seguridad privada: un jefe de seguridad y no menos de 10 guardias custodiando el movimiento interno y externo del hotel.

Se culmina su construcción en diciembre de 1945 y la faminia Palhke decide regresar a Avellaneda (Buenos Aires) en marzo de 1946, quedando a cargo el jefe de seguridad. Kruegger se quedó solo en un hotel cerrado. En realidad, no tan cerrado. Los visitantes que anduvieron por el Viena entre marzo de 1946 y el año 1948 fueron varios, aunque el secreto que rodeó esas estadías en el Hotel cerrado fue lo que más alimentó las leyendas.
Misteriosamente el único hecho que coincide con esta partida es el final de la Segunda Guerra Mundial y la expropiación de los bienes alemanes en Argentina.
Están dos años en Buenos Aires, luego regresan a Alemania a un sector llamado Selva Negra, donde Máximo Palhke fallece en 1964. 
En Buenos Airs queda Máximo Palhke hijo, estudiando medicina. Desde 1954 en adelante pasan dos familias que cuidan y explotan el hotel, pero por etapas, nunca más vuelve a funcionar como en la época de esplendor. Estas familias estaban autorizadas por Máximo Plalhke hijo. 

Hasta el año 1980 funcionó como hotel, desde ese año pasan por su hall de entrada varios emprendimientos locales, nada funcionó. 
En el año 1985 se caen por acción de las aguas las paredes de dicho lugar... 


Fuente: publicación de la Asociación Civil Amigos del Gran Hotel Viena